Cómo no equivocarse en la búsqueda de un Ángel de la Guarda de los negocios
Todos hemos atravesado crisis de rebeldía. Y cuando cometemos un grave error, nos retumban en los oídos los consejos y advertencias que nos hicieron nuestros padres, amigos o pareja. Sin embargo, en los negocios, cometer una equivocación puede tener implicaciones importantes porque afecta a varias personas. En esos casos, es mejor escarmentar en cabeza ajena y saber escuchar a tiempo. Esas personas que nos hablan desde la experiencia, para que no nos tropecemos, para aclarar nuestras dudas y despejar inseguridades y miedos son los mentores.
Muchos emprendedores los consideran, sus Ángeles de la Guarda de los negocios porque les transmiten confianza, les brindan seguridad y les dan consejos muy útiles para el desarrollo de su modelo de negocios. En resumen: acortan su curva de aprendizaje. Por ello, la decisión de contar con su ayuda puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Ahora, no todo buen amigo ni tampoco todo buen empresario puede ser un buen mentor. Según los investigadores en el área de Recursos humanos, George Bohlander y Scot Snell, autores del libro Administración de Recursos Humanos, “un buen mentor tiene la cualidad de escuchar los problemas de sus dirigidos, enseñar mediante ejemplos, compartir experiencias y siempre ofrecer estímulos, convirtiéndose de esta manera en un modelo a seguir”.
Eso sí, si bien un buen mentor enseña, sólo un buen emprendedor aprovecha, así que todo este proceso de enseñanza-aprendizaje resulta útil sólo cuando se toman en cuenta las recomendaciones, se deja el ego a un lado, se muestra interés por aprender sin prejuicios y se asume una actitud abierta a la retroalimentación y flexible al cambio.
Los mentores tiene perfiles diversos, algunos pueden ser gerentes de empresas o ejecutivos que durante sus años de experiencia se han convertido en líderes capaces de mirar el futuro empresarial desde otras perspectivas. De acuerdo con el portal internacional Entrepreneur, existen cinco tipos de mentores:
1. Un amigo que supo de la idea del proyecto mucho antes de que fuera ejecutado. Con él, se puede compartir experiencias del negocio con una dosis personal.
2. Otro emprendedor que está en la misma fase de crecimiento. Con él, se puede compartir dudas y consejos prácticos y profesionales.
3. Un compañero de trabajo con el que le disgusta trabajar y que, aunque parezca un castigo, es la oportunidad perfecta para la retroalimentación.
4. Alguien con distintas habilidades y con un punto de vista diferente. Con este tipo de mentor, descubrirá algunos errores en el plan de negocios ejecutado.
5. El amigo inseparable que, ante todo, confía en su ánimo de emprendedor. Este se convertirá en el apoyo perfecto en momento de crisis.
Tampoco hay que limitarse a tener un solo mentor. Ralph Roberts, fundador de la más grande operadora de cable en EE.UU., Comcast Corporation, en su guía "52 semanas para lograr éxito en sus ventas" cuenta: “Recuerdo que eran dos sujetos muy bien vestidos, siempre tenían buenos coches y excelente ropa y fueron, al mismo tiempo, mis mentores y los que me iniciaron en los negocios. Me enseñaron algo muy valioso, que es entrevistar personalmente a la gente”.
La mayoría de los emprendedores, cuando hablan sobre quienes fueron sus mentores en los inicios de sus carreras, sólo tienen palabras de inmensa gratitud por el trabajo y conocimiento compartidos y buscan reflejarse en ese mismo espejo. Por ello, dentro del abismo de los negocios y la montaña rusa del emprendimiento, hace falta estar atentos a ciertas ideas para no caer en uno de estos mitos:
Existen ciertos mitos sobre los mentores, de los cuales comparto a continuación los 10 principales.
1. Los mentores solamente sirven para el desarrollo de un negocio. Si bien es cierto que se los reconoce dentro del mundo empresarial, su trabajo va mucho más allá contribuyendo en el desarrollo tanto personal como laboral.
2. Un mentor basta. Usted es el que toma las decisiones de acuerdo con sus necesidades, tener más de un mentor no es una mala idea.
3. El mentoring es unidireccional. Incorrecto, la retroalimentación de ambas partes es necesaria para un buen resultado final.
4. El mentor debe siempre ser mayor al pupilo. Aunque muchas veces esta aseveración es cierta, no se limite a los años, pero respete la sabiduría de la experiencia.
5. El mentor debe ser de la misma raza y país que el pupilo. No cierre las puertas a grandes oportunidades, el contraste de ideas enriquece el aprendizaje.
6. El mentor se elige sin filtros. Es recomendable seguir un proceso de selección para poder encontrar la persona perfecta para usted, hay que buscar el perfil que mejor se adapte a sus necesidades y contextos.
7. Las personas con altos perfiles son los mejores mentores. No siempre es así, el éxito, la sabiduría, experiencia y ética varían dependiendo de la persona.
8. El mentor es para toda la vida. El mentor es la persona que llega para guiarlo, luego debe dejarlo a usted para que ponga en práctica los conocimientos y camine solo.
9. El trabajo del mentor es imposible. Para poder asesorarlo debe conocerlo, lo más difícil en la relación entre pupilo y mentor es que las expectativas no se cumplan.
10. Sólo los nuevos en los negocios necesitan asesoría. Siempre hay algo nuevo que aprender, aunque al inicio sea más necesario la ayuda de un mentor, recuerde que siempre es bueno consultar y tener la guía de alguien para que un negocio marche y se mantenga bien.
Así que olvídese de las malas noches en solitario, busque un mentor y confíe en él. En la actualidad, existen agencias que ofrecen asesoría personalizada porque escogerlo no es ningún juego. Tómese su tiempo, analícelo bien, converse, cuéntele sus dudas y deje muy claro cuáles son sus objetivos.
Quizá ya lo convencí de que tener un mentor es una buena idea, pero de todas maneras, la siguiente pregunta es siempre pertinente: Y, ¿qué ganan los mentores? Reconocimiento. Lo que siempre me han dicho es: “Sentir que le devuelven a la sociedad lo que han recibido de ella”. Efectivamente, es una contribución a la patria, por eso, no cualquiera es mentor.
Búsquelo con cuidado y cuando sea exitoso, no se olvide de cuando fue ternero. Llegado el momento, usted también ayude a otros para que la cadena no se rompa.